Las pastillas de freno son fundamentales para asegurar una frenada correcta
Si su estado no es el adecuado, pueden dar lugar a un sobrecalentamiento o a un frenado irregular, que alargará la distancia necesaria para detener el vehículo y dificultará su control.
Nuestra recomendación es cambiarlo cada 30.000 km o 2 años.