Un filtro en mal estado puede provocarle al conductor síntomas de cansancio y mermar su concentración durante el viaje. Un filtro nuevo reduce los síntomas de alergia, como los ojos llorosos o los estornudos, proporcionando mayor seguridad vial.
Los filtros de polvo y polen ŠKODA eliminan el 99% del polen y de las partículas contaminantes que se concentran en el aire, tales como polvo fino, hollín y microrganismos, asegurando su calidad en el habitáculo.
Nuestra recomendación es cambiarlo cada 30.000 km o 2 años.
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Filtro polen sin carbón activo: 25€
Filtro polen con carbón activo: 31€
Filtro polen antialergénico: 41€